Catástrofe ambiental en Neuquén
En el mes de marzo de 1997 en el noroeste de la provincia de Neuquén, se produjo una catástrofe ambiental: una serie de derrames de petroleo contaminaron el Río Colorado, dejando a diferentes poblaciones sin agua potable e interrumpiendo el riego de áreas bajo cultivo. ASSUPA obligó a la provincia a admitir la necesidad urgente de encarar acciones para ejercer control sobre los riesgos y a revisar de forma profunda la operación petrolera de la zona a fin de revertir ese proceso de contaminación. Fue así que El Poder Ejecutivo Provincial declaró la emergencia Ambiental en todo el territorio de la Provincia, el Gobernador solicitó apoyo e intervención del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD a través de la cancillería Argentina, tendiente a la aplicación de los principios del Desarrollo Sustentable dentro de la Agenda 21. ASSUPA fue llamada a participar como consultora del PNUD. Se identificaron las medidas y acciones necesarias para enfrentar los problemas derivados de los efectos ambientes de la actividad hidrocarburo, junto con otros especialista ambientales de diferentes partes del mundo. Pero se agotaron las instalaciones administrativas y mediadoras, y nada se hizo.
ASSUPA no podía quedarse de brazos cruzados, asi que la asociación demandó a todas las empresas involucradas en el desastre ambiental. La demanda fue presentada en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, dicha demanda no pretendía de las petroleras resarcimiento económico, sino que exigía “la remediación de las áreas contaminadas, el restablecimiento de la fauna autóctona, la reparación de más de 120.000km de picadas y el saneamiento de todas las piletas de descargas sin tratamientos”. Después de mucha lucha, la Corte falló a favor nuestro, a favor del medio ambiente, y las empresas deberán reparar el daño.